miércoles, 4 de mayo de 2016

Concepto de biblioteca. Tipos y función. Perspectivas de futuro.

Léase introducción general para más información, gracias. 

Abstract:
INTRO: Etimología y evolución desde la Revolución Francesa.
DEFINICIONES: UNESCO, ALA, Carrión Gútiez. Elementos: Colección, Organización y Difusión. Definición del a LLLB. 
FUNCIONES: 3 tradicionales + 6 actuales.
TIPOS: División tradicional de Carrión Gútiez (4); UNESCO (3); IFLA (3). Diversidad.
PERSPECTIVAS DE FUTURO: Magán Wals (7). Necesidad de presencia en la web.
CONCLUSIÓN: Reciclaje y evolución constante.

1.1. CONCEPTO DE BIBLIOTECA. TIPOS Y FUNCIÓN. PERSPECTIVAS DE FUTURO
Coincide 2010-2016.

INTRO:

El término “biblioteca” procede del latín “biblioteca” y éste, a su vez, de los vocablos griegos biblion (libro) y theke (caja), por lo que ya desde la Antigüedad se entendía como un lugar en el que se guardaban o custodiaban los libros. Los ejemplos más representativos son las bibliotecas monacales (Baja E. Media), universitarias (Alta E. Media) o reales (a partir del S. XVI).
Durante el S. XIX, el espíritu candente de la Revolución Francesa y el desarrollo del Estado de Derecho trajeron consigo una gran democratización de las bibliotecas, para fomentar la alfabetización.
En la actualidad, nuevo proceso de cambio: auge de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación NTIC. Se ha evolucionado de lo que podría denominarse la “biblioteca de los libros” a la “biblioteca de los usuarios”.

DEFINICIONES:

UNESCO: “una colección organizada de libros, impresos y revistas, o de cualquier clase de materiales gráficos y audiovisuales”, sin olvidar los “servicios de personal para proveer y facilitar el uso de tales materiales, según lo requieren las necesidades de información, investigación, educación y esparcimiento de los usuarios”.
ALA: “una colección de material de información organizada para que pueda acceder a ella un grupo de usuarios”. Al igual que la anterior, alude al “personal encargado de los servicios y programas relacionados con las necesidades de información de los lectores”.
Carrión Gútiez: “una colección de libros debidamente organizada para su uso”. Tres elementos bibliotecarios básicos:
COLECCIÓN: es el pilar básico de toda biblioteca, fruto de un minucioso proceso previo de selección y adquisición así como de una labor constante de mantenimiento y control (expurgo).
La colección de una biblioteca es la suma de los fondos librarios y no librarios ubicados físicamente en ella, más todos aquellos accesibles por medios informáticos y telemáticos.
ORGANIZACIÓN: procesar y ordenar dicha colección mediante una serie de operaciones técnicas, de análisis interno y externo, que facilitan su posterior manejo y recuperación.
DIFUSIÓN: hacer accesible el conocimiento a través de los denominados servicios bibliotecarios (internos y de extensión.) Pasiva: servicios prestados a petición del usuario; Activa: servicios prestados a iniciativa de la propia biblioteca, adelantándose a las posibles demandas mediante servicios de alerta (RSS) y difusión selectiva de la información (DSI), boletines de novedades o sumarios, etc.
LEY DE LA LECTURA, DEL LIBRO Y DE LAS BIBLIOTECAS, 10/2007 DE 22 DE JUNIO: “se entiende por biblioteca la estructura organizativa que, mediante los procesos y servicios técnicamente apropiados, tiene como misión facilitar el acceso en igualdad de oportunidades de toda la ciudadanía a documentos publicados o difundidos en cualquier soporte”.

FUNCIONES:

Tradicionalmente tres: reunir, conservar y servir. Hoy se distinguen fundamentalmente las siguientes:
Proporcionar documentos, como siempre lo ha hecho, pero facilitando cada vez más el encuentro entre el documento y el usuario;
Ser servicios de información, en el sentido de recogerla y canalizarla, pero también de generarla y acercarla al ciudadano. Gracias a las NTIC, las bibliotecas son ahora auténticas puertas abiertas a todo tipo de información universal;
Contribuir a la formación de usuarios, explotando su función educativa como medio para el aprendizaje permanente y el acceso a la información plural;
Ser foco de cultura y ocio recreativo, puesto que los materiales y servicios bibliotecarios, aparte de culturizar, constituyen una buena alternativa para ocupar el tiempo libre;
Asesorar acerca de la información, contando con personal experto, de tal manera que la abundante oferta informativa no abrume al usuario;
Y ser un espacio de trabajo, estudio y convivencia, donde haya  cabida para la interculturalidad, la tolerancia y el intercambio de ideas.
Coinciden con el “Manifiesto de la UNESCO” de 1994.

TIPOS:

Diversificación de las bibliotecas, cuyas tipologías se han ido plasmando en diferentes clasificaciones:

División tradicional (Carrión Gútiez):
Bibliotecas Nacionales: Sostenidas por el Estado, actúan como cabecera del sistema bibliotecario de un país y, entre otros muchos aspectos, se ocupan principalmente de tres grandes funciones: Conservación y difusión de la bibliografía nacional; Apoyo y coordinación de los servicios de información del país; Cooperación internacional.
Bibliotecas Públicas: Constituidas y sostenidas por la Administración estatal, regional o local. Misión prioritaria: contribuir a la educación de los ciudadanos, ofertando un servicio de información gratuito y, salvo excepciones, sin restricciones de acceso.
Bibliotecas Docentes o Académicas: Establecidas, mantenidas y administradas por una institución de enseñanza superior, con el fin de cubrir las necesidades de información de los estudiantes y apoyar programas educativos, de investigación y demás servicios.
Bibliotecas Especiales: Centradas en un tema o grupo de temas afines, a centros de investigación, asociaciones profesionales o instituciones que desarrollan su trabajo en un determinado ámbito. Su misión es proporcionar información a los investigadores para que puedan realizar sus estudios adecuadamente.

Clasificación de la UNESCO:
Bibliotecas Nacionales – Bibliotecas de instituciones de enseñanza superior – Bibliotecas importantes no especializadas (por ejemplo, las bibliotecas centrales de las CCAA) – Bibliotecas escolares (centros docentes de nivel inferior al universitario, despertar en los alumnos la afición por la lectura y enseñarles en el manejo de los materiales bibliográficos) – Bibliotecas públicas o populares – Bibliotecas especializadas.

Clasificación de la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias):
Bibliotecas generales de investigación (nacionales, parlamentarias, universitarias y otras de investigación general) – Bibliotecas especializadas (encuadran las de administración, arte, biología, medicina, ciencia y tecnología, ciencias sociales y geografía) – Bibliotecas al servicio del público en general (infantiles, escolares, para ciegos, para minorías étnicas, para minusválidos, públicas y metropolitanas).

La existencia de éstas y otras clasificaciones pone de manifiesto la gran diversidad existente y el esfuerzo que es preciso realizar para que los distintos servicios no se yuxtapongan, sino que se sumen, evitando así la duplicación innecesaria del trabajo.

EXPECTATIVAS DE FUTURO:

José Antonio Magán Wals: las bibliotecas del S. XXI se caracterizarán por:
Ofertar cada vez más servicios sin necesidad de que el usuario acuda a sus instalaciones. Consultar catálogos, bases de datos, colecciones digitales e incluso la “Bibliografía Española” en línea. “Bibliotecas sin fronteras”.
Ofrecer cada vez más materiales en propiedad. Aunque lo habitual ha sido proporcionar materiales en préstamo, la consulta virtual de documentos aumentará considerablemente la calidad del servicio, al permitir guardar muchos de ellos. Atención aún mayor a la propiedad intelectual.
Valorar menos la posesión de fondos documentales y más la accesibilidad a colecciones externas. La riqueza de las colecciones se basará más en el potencial de recursos a disposición del usuario que en la posesión de fondos propios.
Una modificación del papel bibliotecario, cuya capacidad para filtrar y procesar información será tanto o más importante que la de proporcionarla.
La incorporación de nuevos profesionales dentro de las plantillas, personal informático.
Un previsible aumento de los presupuestos. Habrá que sumar los derivados de los aparatos lectores del material electrónico y multimedia, fácilmente perecederos.
El fomento de nuevos consorcios, redes o asociaciones bibliotecarias, que deberán crecer y fortalecerse para poder ofrecer mejores servicios y más completos.

La clave para afrontar esta misión será mantenerse como una de las principales fuentes de información para el usuario, lo cual será únicamente posible a través de su presencia generalizada en la web.

CONCLUSIÓN:


El avance imparable de la tecnología y las innovaciones en los modelos de gestión han de ser asimilados rápidamente por las bibliotecas y por los bibliotecarios del presente siglo, que  deben reciclarse continuamente para superar las amenazas de un entorno cada vez más competitivo. 

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