Cuando salí del cole vi que el cielo oscurecía y bajaban unas luces de colores que parpadeaban. Todos corrían y yo me escondí detrás de unos árboles, y ahí estaba el ¡Extraterrestre! Era su cara morada, con ojos grandes y amarillos, con antenas largas y rosadas, su cuerpo mediano como un niño.
Yo grité y él me dijo: No te asustes, sólo quiero ser tu amigo.
¿Eres tú el que se ha llevado a mis amigos
Sí, ninguno quiso jugar conmigo, por eso los tengo en mi nave.
¿En tu nave? sácalos y yo jugaré contigo, te enseñaré el pilla pilla, el pollito inglés y el escondite.
A mi amigo el extraterrestre le gustó todos los juegos, y desde ese día baja a jugar todso los días.
FIN.
Zara Díaz, 7 años (c)

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