jueves, 20 de julio de 2023

Queridísima Andrea, carta 14.

 

Mi queridísima Andrea,

Te escribo desde un lugar fuera del Espacio y del Tiempo. Tras colarme como polizón en uno de los cambios de vigilia en La Vanguardia en un carguero vacío, de aquellos que trajeron provisiones para la soldadesca, pude escapar a uno de los Asteroides Leverkusen. Me despojé de la servoarmadura de Marine Espacial, quedándome sólo con la espada y uno de los bláster, y me camuflé entre la gente… seres de cien razas distintas pueblan los Asteroides Leverkusen, fuera del Imperio y de cualquier Gobierno, son un cinturón de rocas habitables en torno a la estrella Luhman 16A donde unos oligarcas medio administran poblados atestados de gente que vive en libertad y anarquía.

Al principio me costó adaptarme: sabes cuánto amo al Emperador… pero me doy cuenta de que puede que estuviéramos equivocados, mi vida, durante toda nuestra existencia. El Orden, la Civilización… me parecen ahora sólo vanas teorías al convivir con esta gente, que otrora consideré inferiores, salvajes, como bestias.

Me gano la vida como matón de uno de los oligarcas, Casio. Pero no te preocupes: no he matado a nadie por el techo y la comida que Casio me ofrece… y a quien hago daño, te puedo prometer que se lo merece. Recuerdo el viejo proverbio de ajedrez “nunca anuncies tu próximo movimiento”, y por ello no lo he hablado con nadie: te lo escribo a ti. Partiré en cuanto pueda al próximo check-point en mi camino hacia tus brazos.

Aunque no te lo creas, porque son muchos y grandes porcentajes caen en cientos de campos de batalla, sé que me buscan. He venido hasta donde escondí la servoarmadura, desde cuyo interescritor te envío mis cartas, y he comprobado que la baliza de deserción, indestructible e imposible de desconectar, está encendida… pronto vendrán aquí, y supongo que pondrán este pueblo patas arriba hasta encontrar la ferralla. No sé cómo te haré llegar la próxima carta ni desde dónde… pero lo conseguiré.

Ora por mí, pero no al Emperador… ya no puedo creer en él.

Quien se negó a sí mismo para no ser más que tú, y quien sabe que tú no eres pues los dos somos solamente uno, te amo tanto que duele,

20 de julio de 2197. En el destierro. Asteroides Leverkusen.


 

 

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