El nulo movimiento
de los árboles frente a mí,
me hace comprender
la inmensidad,
del bostezo eterno de la vida
A veces,
el único suspiro del sol en lo alto,
calienta todo cuanto estaba frío.
El cielo es negro,
el frío baja al suelo,
se escucha el mar en las caracolas bajo las cálidas mantas.
Miguel Díaz Romero (c) 2019
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