AGENDA 2030: FENTANILO SOCIAL Y APOCALIPSIS
Amanece en la Avenida Kensington al norte de Philadelphia.
Las calles que vieron crecer a Rocky son las mismas que hoy albergan el zombicidio masivo provocado por el consumo de fentanilo y tranq.
Es la representación biográfica de la zombificación masiva del mundo: de uno u otro modo, al fin y al cabo, por lo que sea, todos somos zombis consumidores de “su” droga.
Adictos al Estado del Bienestar, al menos el suyo en realidad, y el espejismo de esa realidad en nuestras vidas.
Nos vendieron la moto y la quisimos comprar.
Directos al abismo, ni si quiera él quiere devolvernos la mirada por lo terrorífico de nuestra mueca.
Me gustaría que este texto fuera largo, argumentado, bien pensado y premeditado, con los renglones sin torcer… un mensaje claro que escribir.
Pero me doy cuenta de que no tiene sentido…
Nadie escuchará por quién doblaren las campanas el día de la furia y el ruido.
Somos ciegos esclavos, encadenados perpetuamente en la caverna; ni tan sólo vemos, incapaces, las sombras proyectadas por el fuego de la realidad en nuestra pared de inconsciencia.
Sólo nos quedan los versos escritos por los hombres sabios que contemplaron el mundo antes que nosotros: “Es pues la fe la certeza de lo que no se ve, la convicción de lo que se espera”, frente al mundo:
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.”
Sólo nos queda esperar al que monta el caballo.
Y eso es todo. Para quienes le seguimos la esperanza de una vida ulterior, dichosa; y la tristeza, ese mal sabor de boca, pensando en los consumidores del fentanilo social con que les alimenta, vagamente, la bestia.
Miguel Díaz Romero.
23 de Agosto de 2023.
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