viernes, 24 de abril de 2015

Conferencia sobre Fraternalismo 3/4



Continúa...

Supongo que a estas alturas os estaréis preguntando por qué no hemos hablado del Fraternalismo como tal… y es porque creía necesario todo este planteamiento antes de explicar la definición que he mencionado antes, cuando hablamos de la doctrina del pasado. Me gustaría, para ello, que le dierais un abrazo a quien tengáis a vuestro lado… porque a los hermanos se les da un abrazo cuando se les saluda…
¿Os gusta que os traten así, no? Porque, en reglas generales, los hermanos se tratan bien, ¿no es así?
Pues el Fraternalismo se resume en tratarnos todos así, a nivel social, sin hacer distinciones… por eso el Fraternalismo es un medio, no un objetivo, que, repito: “atañe a todos los individuos de una sociedad, manteniendo la propiedad de cuanto les pertenece porque Dios se lo permite, y deciden voluntariamente compartir los objetos, los pensamientos e incluso la voluntad”.
Que atañe a todos los individuos es más un deseo que otra cosa… así, he distinguido el Fraternalismo práctico: que es el que podemos poner en práctica en nuestro día a día, del Fraternalismo puro, que es el que se daría en una sociedad totalmente fraternalista; pero eso es harina de otro costal; donde se mantiene la propiedad: he añadido esto a la definición para distinguir Fraternalismo de comunismo, porque a priori podrían darse confusiones, y porque el comunismo aboga por una propiedad estatal mientras que el Fraternalismo no se implica en estos temas político-económicos; en cuanto al permiso de Dios, parto de la idea de Hermandad Universal de la que habla, en su base, la religión cristiana que es la que conozco, como objetivo del Fraternalismo, y por ello lo incluyo sin ser obligatorio (pues estamos hablando de libertades) tener una creencia específica para ser fraternalista; debe ser voluntario: nunca de ningún modo se puede obligar a alguien a pensar y actuar de forma fraternalista porque, de otro modo, se caería en una contradicción; y donde los que los que lo practican tratan de compartir los objetos, los pensamientos en incluso la voluntad.
Hemos dicho entonces que el Fraternalismo es un medio, no un objetivo; así pues, para finalizar la exposición, me gustaría hablar del objetivo principal, al que he llamado Bien Común.
Aquí entra lo que los darwinistas llaman “adaptación al medio”, esto es: el que mejor se adapta al medio que habita, sobrevive… hoy día el medio en el que habita el ser humano es el Gobierno del Mal del que hablábamos al principio; y la adaptación a este medio para sobrevivir no tiene que ver para nada con nuestras feroces garras ni nuestros poderosos caninos.
Aquí lanzo una pregunta más: ¿creéis que, de seguir con el camino que vemos que lleva la Humanidad, duraremos mucho más en este planeta…? ¿o nos lo cargaremos antes…? ¿o él nos destruirá antes a nosotros?
El Bien Común es el objetivo que, de alcanzarlo, alargaría la supervivencia a muy largo plazo de una Humanidad abocada a la auto-destrucción de no reparar en su camino, y usar el medio, la herramienta de ideas como el Fraternalismo, en pos de frenar y tomar una dirección totalmente opuesta.
Entendemos bien común como un bien objetivo y palpable, que satisface a todos porque nos ayuda a evolucionar como personas y nos liberta de esa destrucción y de las garras del mundo actual… los teóricos dicen que sólo mediante la agrupación es que el ser humano ha sobrevivido tantos milenios a un medio casi siempre hostil; por lo que, se hace evidente que, si toda la Humanidad cooperara para crear una Hermandad Universal real, el logro de ese bien común nos lanzaría a una supervivencia total, a una adaptación total a un medio más hostil que nunca antes en la Historia.
La difusión de esta idea, no obstante, no puede ser forzada porque… recordamos que la práctica del Fraternalismo debe ser voluntaria… y aquí aparece una idea muy buena que también existía antes pero que se adapta perfectamente al método: el “buen testimonio”. Esto quiere decir que, si yo pongo en práctica el Fraternalismo y quienes me rodean ven que soy más feliz y más libre, que me comporto de un modo diferente y mejor que el resto, querrán saber qué es lo que me ha ocurrido… y yo le hablaré del Fraternalismo y, tal vez, tal persona se “convierta” (vamos a decirlo así), y convenza a otros… haciendo de la difusión de esta idea un efecto viral mediante las buenas prácticas por sí solo… mediante el boca a boca, como se suele decir.
Como ya me he enrollado demasiado, quiero lanzar un último apunte para terminar con la primera “conferencia” sobre Fraternalismo de la Historia… la explicación de lo que es un Superhombre Fraternalista.
Se define como aquel ser que, asimilando la misión del Fraternalismo práctico, lucha de forma anónima por un bien colectivo y superior.
Que, en la práctica, se traduce en lo siguiente:
“Quiero ser mejor > Puedo serlo si practico el Fraternalismo > Yo reconozco mi evolución y los demás también > Me convierto en un ser fraternalista que, ya sin esfuerzo y de forma natural, comparte los objetos, los pensamientos y la voluntad misma > Soy un Superhombre Fraternalista.”
Que, a nivel colectivo, se traduce en lo siguiente:
“Quiero evolucionar para ser mejor persona > Evoluciono yo y los demás toman mi ejemplo > Todos evolucionamos y somos mejores personas > Conseguimos alcanzar el Bien Común > Nos liberamos y sobrevivimos a cuanto acontezca.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario