viernes, 24 de abril de 2015

Conferencia sobre Fraternalismo 2/4



Continúa...

Pero este no es un pensamiento nuevo: existía ya, sólo pretendo normalizarlo y darlo a conocer a partir de hoy…
Existen dos grandes precedentes que cabe mencionar brevemente:



Uno es Lennon, quien imaginó una hermandad universal en la cual todos los habitantes de la Tierra se trataran como verdaderos hermanos; y otro es Gandhi, quien intuyó la preexistencia del Fraternalismo con ideas como la siguiente: “La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que temor a Dios”.
Así, como el Fraternalismo, él se enfrentó al mundo entero (la doctrina del pasado y sus prejuicios) sólo con el temor a Dios: de forma rompedora, al crear la idea de “revolución pacífica”.
El Fraternalismo también sería, entonces, una revolución pacífica y del pensamiento cuyo objetivo es la creación de una hermandad universal, según estos precedentes.
Llegados a este punto, tengo que haceros otra pregunta: Si el mundo es el Gobierno del Mal y estamos tan predeterminados, y carecemos de tanta libertad de pensamiento… ¿cómo es posible que haya pensamientos positivos y nuevos que, como el Fraternalismo, deseen contrarrestar todo esto? Os lo pregunto directamente ¿de dónde nacen los pensamientos revolucionarios que quieren salirse del rebaño…?
Yo, a todo eso que hace que los seres humanos pensemos que debe haber algo que nos impulse a ser mejores, libres, buenos, etcétera… lo llamo belleza infinita, basándome en la “fuerza benévola” que aparece en la genial película de Sam Mendes “American Beauty”. Cuando el padre muere, dice en voz en off mientras ve pasar toda su vida en imágenes: “Ese fue el día en que me di cuenta de que hay una vida entera detrás de las cosas y una fuerza increíblemente benévola que quería decirme que no hay razón para tener miedo... nunca.”

Los creyentes afirmamos que está Dios detrás de esta belleza infinita, otros la llaman Bondad, Armonía,… al final, cómo le llamemos no importa. Lo que importa es que, gracias a esa belleza infinita que subyace en el mundo que nos rodea, que escapa al Gobierno del Mal, es que nos ponemos a idear un sitio mejor para nosotros y quienes nos rodean.
Y, obviamente, es gracias a ella también que el ser humano ha creado el Fraternalismo como herramienta del despertar de su libertad y su mente.

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