viernes, 24 de abril de 2015

Conferencia sobre Fraternalismo 1/4



Este es el texto de la "I Conferencia sobre Fraternalismo"; realizada el 23 de Abril de 2015 en librería "Lápiz y Papel", Caudete (Albacete)

Para empezar, me gustaría haceros una pregunta: ¿Creéis que el mundo en el que vivimos está más gobernado por el Bien o por el Mal?
Con todo lo que está sucediendo actualmente, se nos hace fácil pensar u opinar que el mundo está gobernado por el Mal.
Pero, ¿cómo nos afecta a nosotros este Gobierno del Mal? Nosotros que, afortunadamente, no estamos viviendo ningún conflicto bélico; no padecemos carestía de los fármacos básicos; no pasamos largas y graves hambrunas; y tenemos, más o menos, un techo bajo el que vivir y un plato de comida que echarnos al gaznate… pues, en lugar de atacarnos por estos medios, lo hace de una forma más sutil e imperceptible pero igual de implacable y desastrosa. Lo hace esquilmando nuestra libertad de pensamiento, convirtiéndonos en lo más parecido a unos “esclavos” dóciles que no den demasiados problemas a quienes dirigen el cotarro.
Desde que nacemos, coaccionan nuestra libertad y nos van moldeando mediante unas armas especialmente diseñadas para ello: los medios de comunicación y la publicidad.
“Bebe este refresco, compra este coche, firma esta hipoteca, etc…”
Nos quitan libertad cuando nos incluyen en el rebaño: un rebaño en el que los que sostienen el Gobierno del Mal nos necesitan. Así estamos entretenidos, sin pensar en cosas más trascendentes o importantes, y no les damos problemas…
Es, no obstante, muy difícil mantenerse al margen de modas, tribus urbanas, movimientos políticos, prensa rosa… y demás entretenimientos creados para no pensar.
¿Creéis que no estáis tan condicionados como estoy diciendo? ¿Creéis que sois más libres que los que sostienen el Sistema os permiten?
Bueno, a lo mejor los presentes que nos hemos juntado hoy aquí somos los que estamos fuera de ese rebaño; en tal caso, os doy mi más sincera enhorabuena. Porque significa que nos hemos planteado en algún momento en qué mundo vivimos (o nos rodea) y, comprobando que no nos gusta, nos intentamos apartar de él, en alma y mente, cuanto más mejor.
Aun así, voy a poner un ejemplo espectacular de lo que yo llamo la doctrina del pasado.
La definición de ésta es la siguiente: “cualquier predeterminación política, religiosa, social o cultural que encadena a la práctica de la filosofía para impedir que tal se desarrolle de forma completa”.
Pero esto no significa nada sin el siguiente ejemplo: “No se puede ser creyente y de izquierdas”. ¿Esto es verdad?
Afirmar lo anterior es seguir la doctrina del pasado, porque la frase parte de un gran prejuicio que en ningún caso coincide con la realidad objetiva: todos los rojos son ateos. Y la anterior afirmación se da porque, en España ser creyente es todavía ser estrictamente católico; y ser católico implica aceptar el nacional-catolicismo franquista; y ser franquista es ser de derechas… así, nace la frase obvia pero irreal e irresponsable: “no se puede ser creyente y de izquierdas”. La doctrina del pasado triunfa; el prejuicio se refuerza y extiende; y nuestra libertad de pensamiento disminuye hasta, como en este caso, ni existir.
Para romper entonces con la doctrina del pasado y los prejuicios del Gobierno del Mal; para volver a pensar libremente, nació la definición del Fraternalismo: “medio por el cual todos los individuos de una sociedad, manteniendo la propiedad de cuanto les pertenece porque Dios se lo permite, deciden voluntariamente compartir los objetos, los pensamientos e incluso la voluntad”.

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