Mordor queda lejos todavía,
Pero desde aquí adivino el color de las Puertas Negras.
Todo el mundo cree que es una ilusión,
Que el sueño americano no existe,
Que estamos condenados a vivir la doctrina del pasado.
Pero se equivocan:
El futuro existe en mi cabeza.
Y lo construyo con el presente día a día,
Como escribiendo esta poesía.
Ríos de tinta de mi boli azul,
Kilos de libretas que periódicamente reciclo.
Madrugadas de versos y páginas en blanco
Que me lleven a ti, unicornio percibido.
NO es una ilusión.
Los unicornios existen.
Y yo voy en busca y captura de uno, vivo.
La recompensa habita entre mis dedos,
Cuadros de un azul más claro que estas letras.
La muerte es dejar de soñar.
Y yo tengo un laberinto.
Cada paso que he dado, cada verso que he escrito, número contado y madrugadas desperdiciadas en Mordor, me llevan a ti,
Unicornio.
(Unicornio negro)
Miguel Díaz Romero (c) 2014.
Dedicada a Sergio Arlandis, profesor de poesía en la Universidad de Valencia allá por 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario