1.21 ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL DE BIBLIOTECAS.
Fuente
desconocida. Tema cogido con pinzas por falta de información en la web.
La “information literacy” consiste en la adquisición
del individuo de la capacidad para saber cuándo y por qué necesita información,
dónde encontrarla y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética.
Prerrequisito para participar eficazmente en la Sociedad de la Información y
parte de los derechos básicos de la Humanidad. La OCDE (Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico) la incluye como una de las competencias básicas para
cualquier ciudadano, y el Parlamento Europeo y el Consejo han hecho también una
recomendación sobre el aprendizaje permanente y las competencias clave, citándolo
como a una de ellas. España: una de las ocho competencias básicas que todo
estudiante debe alcanzar al acabar la ESO. Toda biblioteca, los docentes y
otros profesionales del campo de la enseñanza pueden contribuir a la adquisición
de esta competencia, que ayuda a desarrollar un pensamiento crítico y a ser
capaz de aprender durante toda la vida, capacitando al individuo para adquirir
nueva información e integrarla en el conocimiento previo.
Objetivo: desarrollo de normas, modelos pedagógicos,
criterios de evaluación y estrategias políticas para la mejora de las
competencias informacionales de los ciudadanos. Incluye la educación formal en
todos sus niveles, la educación informal, la educación a distancia y virtual,
su inclusión en modelos curriculares, así como en la evaluación, los estándares
y las acreditaciones.
En el área de Salud, cubre también dominios tales como
emergencia en catástrofes, problemas de transporte y energía, y servicios de
ayuda y orientación.
En el ámbito de los negocios y el desarrollo económico,
gestionar esta competencia implica una inversión de capital humano y
empleabilidad sustentable. Es necesaria la instrucción pública, tanto de los
políticos como de los empleados públicos.
ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL EN BIBLIOTECAS: La
alfabetización informacional no se limita a preparar al usuario para usar una
institución o sus servicios, ni pretende que éste se adapte a unos criterios técnicos
u organizativos, ni se queda meramente en la instrucción bibliográfica, en las
habilidades de búsqueda y localización de la información. Aspira a incluir
competencias no trabajadas usualmente como evaluación de los recursos,
comprensión, utilización y comunicación de la información. Para usar la
información en la toma de decisiones o generar conocimiento hay que entrar en
habilidades cognitivas, e incluso en aspectos éticos. Muchas actividades de
formación de usuarios serían en parte alfabetización informacional, pero habrá
que ir más allá para incluir el uso reflexivo e intencional de la información
para la creación de conocimiento. Se relaciona con los enfoques
constructivistas del aprendizaje, el fomento de la autonomía del individuo y el
desarrollo de su capacidad crítica en una sociedad compleja. Servicios de
alfabetización informacional: cursos presenciales y online, tutoriales,
sesiones informativas, etc.
Implica Nuevas competencias educativas de los
profesionales; Nueva concepción de los servicios según la cual apoyar el
aprendizaje permanente y enseñar a usar la información, valor añadido para las instituciones
documentales; Asumir un rol como mediadores de procesos de aprendizaje;
Establecer vínculos con el sistema educativo formal y otros servicios
comunitarios relacionados; y Adaptarse a las necesidades formativas de grupos
específicos.
Declaración de Alejandría, noviembre de 2005, Coloquio
organizado por el National Forum on Informational Literacy y UNESCO. Seminario “Biblioteca,
Aprendizaje y ciudadanía. La alfabetización informacional”, realizado en Toledo
en febrero de 2006. Se consideró la alfabetización informacional como un eje en
todas las facetas de la vida, y “faro” de la sociedad de la información. Capacita
a la gente de toda clase y condición para buscar, evaluar, utilizar y crear
información eficazmente para conseguir sus metas personales, sociales,
ocupacionales y educativas. Derecho humano básico en el mundo digital e inclusión
social de todas las naciones. Ayuda a las personas y a sus instituciones a
afrontar los retos tecnológicos, económicos y sociales, a remediar las
desventajas y a mejorar el bienestar de todos. Resulta crucial para las
ventajas competitivas de individuos, empresas, regiones y naciones; ofrece la
clave para el acceso, uso y creación eficaz de contenidos en apoyo del
desarrollo económico, la educación, la salud y los servicios contenidos
humanos, y de todos los demás aspectos de las sociedades contemporáneas; base
vital para conseguir las metas de la Declaración del Milenio y de la Cumbre
Mundial sobre la Sociedad de la Información.
DIFERENCIA ENTRE ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL Y
FORMACIÓN DE USUARIOS: La alfabetización informacional va más allá. Diferencias
según García Gómez y Díaz Grau: 1. La planificación: mientras la formación de
usuarios en las bibliotecas se limita a enseñar espacios y normas de
funcionamiento y préstamo, explicar cómo realizar la búsqueda de libros, etc.
una buena práctica ALFIN (alfabetización informacional) debe considerar las
necesidades específicas de los usuarios y sus características para poder
establecer unos objetivos de aprendizaje y actividades diversas diferenciadas
para cada público objetivo. Evaluación de resultados para conocer tanto el
progreso de los usuarios como par avalorar la eficacia de la práctica. 2. La
finalidad del proceso: el usuario se convierte en un individuo independiente y
autónomo para gestionar problemas de información. 3. Desarrollar habilidades
cognitivas: el usuario llega a planificar y supervisar su trabajo intelectual,
consigue mejorar la comprensión de textos y fomenta para sí un pensamiento crítico
y creativo.
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