Buenas tardes amig@s,
Hace unos días creé un alter-ego japonés, afincado en Guardamar del Segura desde 2017, llamado Takeshi Kurosawa. Lo creé en principio para que fuera el pseudónimo de uno de los proyectos que llevo en marcha y de los cuales no puedo hablar porque es una sorpresa o porque quizá vaya a algún concurso literario. Pensé que sería bueno que "hubiera" una persona llamada así antes, que "preexistiera" a la publicación con pseudónimo, con su perfil en facebook e instagram (que creé convenientemente) y su página como autor también, a la que llamé "Takeshi Kurosawa's haiku". Hoy lo he eliminado todo.
He cogido el primer pensamiento que he tenido en la cabeza y lo he escrito en tres versos sin rima, sé que el haiku tradicional es de 5/7/5 sílabas por verso, o con 17 ó 19 sílabas como mucho repartidas en los tres desde el Siglo XIX (los haiku originales o tradicionales se escriben desde el XVI), y los he publicado teniendo gran aceptación entre el público: cientos, sí, cientos, de personas alcanzadas sólo por poner la etiqueta "haiku" y un nombre nipón al lado, sin que los poemas dijeran nada profundo porque eran experimentos lingüísticos sin fondo alguno.
Mi nombre es Miguel Díaz Romero, y no escribo haiku (a expensas de algunos que fui publicando en mi blog oficial con sinceridad sentimental y de pensamiento que tampoco tuvieron la acogida de los firmados por Takeshi Kurosawa).
Me siento algo tonto habiendo firmado con mi nombre mis novelas desde el principio. Si lo llego a saber, habría firmado "Para siempre" como Takeshi Kurosawa... pero ahora no hay vuelta atrás, ¿verdad?
No soy una mascota recién comprada. No soy exótico... ni si quiera profesional. No soy un ejecutivo atractivo ni un periodista de moda. No salgo en la tele. No tengo haters ni followers más allá de los que me quieren y cuantos me odien. No tengo enemigos por mi parte. Ni gruppies que me acompañen a cada presentación o firma de libros... lo he dicho muchas veces: YO, ESCRIBO.
Así de simple, así de complejo. No soy un takeshi kurosawa que pasará por esta vida con tres o cuatro novelas publicadas y una biografía en wikipedia "pasada" por el filtro de lo políticamente correcto. No ganaré el premio nacional de poesía con cara de satisfacción ni tendré una silla en la Real Academia de la Lengua de ningún país cuerdo. Porque yo no soy así. No soy de esos... mi mayor meta en esta vida terrenal (pues lo espiritual va aparte y quien me conoce, lo sabe) es vivir de cuanto escribo y sé que voy a conseguirlo. Me levanto cada día pensando en la próxima página y me acuesto pensando en lo escrito. He entregado mi vida a la literatura de una forma tan anónima que sólo puede describirse como pura... no estoy alienado por una fecha de entrega, un tema polémico o lo que quieren los fans que esciba. Nadie espera nada de mí y este es mi triunfo.
He creado la novela deconstruida, he roto la cuarta pared con tres cruzados locos, me he enamorado de El Rosas y me he cosido un calcetín a la mano, viajé a Cuba con mi bisabuelo y me hirieron en Júcaro, he visto un apocalpsis zombie en Caudete y he sido medio vampiro hasta esta mañana, he vivido en un bucle temporal en 2087 desafiando las leyes de la física, me suicidé con El Poeta y fui hombre-lagarto en una galaxia lejana. He sido poeta, medio loco y escritor. He contado los números y escrito las letras. He dibujado sombras en la luz y fuego en las tinieblas. He cabalgado la ola con mi kahuna. He surcado el espacio exterior y un día me levanté cucaracha. ¡He matado molinos! He descifrado a Enigma y ganado tres guerras mundiales. He amado los nombres.
Si algún día para mi mal viene a buscarme la parca... sabed algo:
YO SOY LA LITERATURA.
Y nadie, ni Takeshi Kurosawa ni esta sociedad que cada vez tiene menos sentido, va a separarme de mi amor eterno por las palabras.
Ellas son mis hijas... son las ovejas que conocen la voz del pastor. Si les digo que se despeñen, se despeñan; y beben del arroyo en el que me detengo y pacen en la yerba que les hallo.
Me ha gustado este experimento que me hace ver la realidad del mundo. ¿Crees que no estoy sonriendo al escribir esto sin borrador previo? Me siento aliviado de ser. Respiro profundamente y soy. Contemplo con la perspectiva de la verdad y el conocimiento el horizonte del mundo y me doy cuenta de lo lejos que estoy. A años luz. Ni por encima ni por debajo, pero lejos como una balada perdida en el desierto. Soy el que cabalgó el cometa... soy el que se verá contigo (pues somos hermanos desde el primer momento en que decidiste leer esto, y quiero que sepas que como hermano con el corzón en un puño y total sinceridad te amo) en el exilio... o en una celda.
Miguel Díaz Romero (c) 2020
Un tipo normal y corriente |
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