Buenos días, mi nombre es Miguel Díaz Romero y soy Diplomado
en Biblioteconomía y Documentación. He pensado en unos tips para redactar lo
más correctamente dependiendo del tipo de texto que se va a emprender, y por
ello, he dividido los consejos en tres grandes grupos.
En este primer audio, hablo de consejos generales; en el
segundo hablaré de la redacción periodística o para artículos; y en el tercero
y último de la redacción de posts, anuncios o breviarios para redes sociales.
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CONSEJOS
GENERALES DE REDACCIÓN:
Uno de los errores más comunes es el ajuste de tiempos
verbales: en ningún caso podemos mezclar dos tiempos verbales en el mismo
párrafo, es decir, si empezamos nuestro relato o narración en presente o en
pasado, debemos continuar en el mismo tiempo verbal en ese párrafo; por lo que,
si deseamos contar algo que está ocurriendo y algo que ya ha ocurrido, el
presente y el pasado deberán ir separados por párrafos en el texto.
En cuanto al uso del pasado, si usamos el pasado simple al
principio, debemos asimismo usar el mismo tipo de pasado durante todo el
párrafo, sin mezclar el pretérito perfecto “usó” con el imperfecto “usaba”, o
con el pretérito perfecto simple: “ha usado”, en medida de lo posible.
Otro error que suele darse en las redacciones es el mal uso
del condicional acompañado del subjuntivo. Jamás debemos usar un condicional
con otra forma verbal que no se ala del subjuntivo, por ejemplo: “Si hubiera
ido, habría comprado manzanas” es la frase correcta, no: “Si hubiera ido,
hubiese comprado manzanas”. A veces la gente habla de la segunda forma, pero
esto no significa que sea la forma correcta.
Otros ejemplos del buen uso del subjuntivo que crean dudas
pueden ser: “Debiera haber comprado manzanas” en lugar de “debería haber
comprado manzanas”, siendo correcta la primera frase ya que la acción ha
concluido y, por tanto, el condicional es inútil y se ha de usar el subjuntivo;
o en el caso del futuro: “Si terminare la obra, habrá un edificio”, en lugar de
“si termina la obra, habrá un edificio”, ya que la segunda opción es un
presente tácito y no un futuro, la primera forma es la correcta. En fin, en
cuanto a los tiempos verbales, la práctica hace maestros.
Los consejos sobre tiempos verbales van encaminados sobre
todo a la exposición de hechos o ideas de forma cronológica; ya que un texto
como el que nos ocupa, donde mi narración no expone hechos sino ideas y
consejos, varía el tiempo verbal en medida de mi necesidad para hacer entender
aquello que deseo expresar.
Además de los tiempos verbales, que son más materia de lengua
que de literatura, cuando redactamos tenemos que tener en cuenta las tres
partes de toda redacción: inicio, nudo o desarrollo, y desenlace. Por lo que
antes de ponernos con nuestro relato, lo suyo es que esbocemos un guion donde
dejar claras estas tres partes.
Además, debemos tener en cuenta las características de
cualquier texto, que son: emisor, receptor, canal y mensaje. El emisor somos
nosotros; el receptor puede ser cualquier si es una información abierta o
alguien concreto si nos dirigimos a esta o aquella institución o persona
física; el canal es la vía por la cual se transmite el mensaje: Internet, un
libro, un periódico, un post, una servilleta manuscrita, etc…; y el mensaje es
el texto en sí de forma general y la idea principal del texto de forma
específica.
Así, dependiendo de a quién vaya dirigido y cómo vaya
dirigido nuestro mensaje, el texto a redactar variará. No usaremos una novela para
informar de un evento así como no usaremos una nota de prensa para redactar los
estatutos de nuestra institución.
La coherencia y la cohesión son dos características
inherentes a cualquier transmisión de información, sea cual sea ésta. La
coherencia es la cualidad de un texto para ser inteligible, es decir, que se
entienda el mensaje (ideas principal y secundarias) que se desean transmitir:
de aquí la importancia de un guion previo. Y la cohesión es la estructura del
texto, desde los cimientos que es el susodicho guion, hasta los signos de
puntuación, que hacen del texto una información consciente para el receptor,
que su cerebro tras leerlo podrá convertir en conocimiento. Por ejemplo, no
tiene sentido una noticia ocurrida en el pasado que viene y va a la acción
incorporando opiniones sobre la misma porque no sería coherente ni estaría bien
cohesionada, ya que las opiniones han de ir al final de la noticia una vez el
receptor ya ha asimilado la idea principal de la misma y puede emitir su propio
juicio sobre ella.
Como últimos tips aprendidos durante mi carrera como escritor
tanto de novelas como de ensayos y artículos, debo decir que, ya que nuestros
mensajes suelen ser para el gran público en su mayoría, las frases de nuestros
textos deben ser cortas y de uno o dos verbos cada una, mejor separadas por
puntos seguidos y sin usar tiempos verbales que no usemos con frecuencia en el
lenguaje oral; así facilitamos la comprensión del mensaje a transmitir. El inicio
debe ser corto, el desarrollo sencillo y el desenlace directo y premeditado.
Además, es totalmente necesario que escribamos sobre lo que conocemos; ya que
cuanto mejor conozcamos cuanto vamos a expresar o el tema que vamos a exponer,
mejor transmitiremos esa información a un desconocido.
En consonancia a todo lo dicho, adaptaremos nuestro
vocabulario al receptor, y nunca daremos por sentado que éste nos entiende
porque sí, conque nuestro vocabulario deberá ser sencillo, práctico e
internacional.
Bueno, hasta aquí el primer audio. Los otros dos serán más breves, os lo prometo.
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