Coincide con 2010.
Aunque desde mediados del S. XIX ya puede comenzar a
hablarse de bibliotecas públicas, especialmente en el ámbito anglosajón, no sería
hasta 1949 cuando la UNESCO las proclamase por primera vez, en manifiesto, como
instituciones democráticas de enseñanza, cultura e información. Versión
definitiva de 1994: las bibliotecas públicas son puertas abiertas hacia el
conocimiento y el progreso así como fuerzas vivas para la educación.
CONCEPTO:
“Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública”
de 1994: “centro local de información que facilita a sus usuarios todas las
clases de conocimiento e información”. Aspectos: sus servicios han de prestarse
sobre la base de la igualdad de acceso para todas las personas; deben saber
atender las necesidades de cualquier tipo de usuario y recoger fondos adecuados
para todos los grupos de edad; sus materiales deben reflejar la evolución de la
sociedad y de la Humanidad; ni sus fondos ni sus servicios han de estar sujetos
a censura ideológica, política o religiosa, ni a pretensiones comerciales; la
biblioteca pública ha de ser, por principio, gratuita y regirse por una
legislación específica. IFLA, “Pautas para bibliotecas públicas” de 1986: “toda
biblioteca fundada y sostenida por un órgano de la Administración, o por algún
otro organismo autorizado para actuar en su nombre, y accesible, sin prejuicios
ni discriminación alguna, a cuantos deseen utilizarla”. Coincide con las “Directrices
IFLA/UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas” de 2001.
Reglamento de Bibliotecas Públicas del Estado y del Sistema Español de Bibliotecas,
RD 582/1989: “todas aquellas bibliotecas adscritas al Mº de Cultura a través de
la DGLAB y destinadas esencialmente a la difusión y fomento de la lectura, en
salas públicas o mediante préstamos temporales, y también a la conservación de
las colecciones bibliográficas de singular relevancia que forma parte del
Patrimonio Histórico Español”.
FUNCIONES:
“Manifiesto de la UNESCO” de 1994: Crear y consolidar
hábitos de lectura en niños y jóvenes así como estimular la creatividad e
imaginación; Apoyar la educación en todos los niveles; Contribuir al
conocimiento del patrimonio cultural y de todas las manifestaciones artísticas;
Salvaguardar la tradición oral; Garantizar a todos los usuarios el acceso a la
información en general; Ofrecer información a empresas o asociaciones de ámbito
local; Participar en actividades de alfabetización y de formación en el manejo
informático. Deben poner todos los medios personales y materiales a su alcance
para lograrlo, intención de educar, distraer, informar y formar.
RD 582/1989: misiones específicas de las BPE: Reunir,
organizar y ofrecer al público una colección equilibrada de materiales bibliográficos,
gráficos y audiovisuales; Promover y estimular el uso de sus fondos; Conservar
y enriquecer el patrimonio bibliográfico; Ser depositarias de al menos un
ejemplar de las obras procedentes del DL de la respectiva provincia; Cooperar
con las demás BPE.
SERVICIOS:
La biblioteca pública es la biblioteca por excelencia.
Es la que mayor número de servicios debe ofrecer. Algunos de ellos se
considerarán básicos y obligatorios, mientras que otros se ofertarán
excepcionalmente, sin necesidades concretas. Problema: si bien sus funciones
son muy numerosas, sus recursos no son ilimitados. Planificación previa:
situación real de cada área de influencia.
IFLA, servicios esenciales que deben brindar las
bibliotecas públicas: De consulta y préstamo: debe reunir y proporcionar
todo tipo de fondos adecuados en todo tipo de soportes, indicar de forma clara
cuáles pueden ser prestados y/o consultados en sala. El disfrute de los
documentos prestables estará sujeto a un tiempo limitado y a unas condiciones
prefijadas. De información y referencia: para el servicio de información
bibliográfica resulta imprescindible la consulta de bibliografías o catálogos,
mientas que para el servicio de referencia ha de acudirse a buenas obras de
referencia, como diccionarios, enciclopedias, etc. Personal especializado,
capaz de ofrecer respuestas rápidas e imparciales. En cualquier caso, la
biblioteca pública ha de informar claramente sobre su propia estructura
organizativa, su oferta de servicios y ubicación de documentos internos e
incluso externos; debe albergar también un fondo local. Para niños y jóvenes:
puesto que los lectores se forman desde la infancia, un buen servicio para
niños y jóvenes puede garantizar su continuidad en la biblioteca cuando sean
adultos. Espacio físico: sala especial, con mobiliario adaptado y atractivo,
juegos, centros de interés divertidos, etc. Personal capacitado y actividades
relacionadas con la animación a la lectura o la formación de usuarios. Material
útil para adultos que, por su profesión, paternidad, etc., estén interesados en
cualquier actividad infantil. Actividades culturales: fomentar la
lectura y promover la participación ciudadana, actividades de extensión
cultural como conferencias, exposiciones, etc. Atención a personas
discapacitadas: necesidades especiales de sus usuarios, eliminando toda
barrera física, o de otra índole, que dificulte el acceso democrático a los
documentos. El Mº publicó en 2008 su documento “Bibliotecas accesibles para
todos: pautas para acercar las bibliotecas a las personas con discapacidad y a
las personas mayores”. Personas que no pueden acudir a la biblioteca:
actividades de extensión bibliotecaria, salen al encuentro de aquellos que, por
razones físicas, económicas, geográficas o de cualquier otra naturaleza, corren
el riesgo de ser social, cultural o digitalmente excluidos. Bibliobuses, préstamos
domiciliarios y colectivos, etc. A minorías étnicas y lingüísticas: los
sectores minoritarios de la población también requieren la atención de la
biblioteca pública, que puede desempeñar un papel integrador clave, reuniendo
lotes de libros escritos en lenguas de dichas minorías, colaborando con
asociaciones de inmigrantes e instituciones de los países de origen, etc. A
escuelas: estrecha colaboración entre la biblioteca pública y escolar. Préstamos
colectivos. Aunque en España las
relaciones entre las bibliotecas públicas y escolares no estén definidas por
disposiciones legislativas, sí existen cada vez más proyectos de colaboración.
Con independencia de los servicios expuestos, el RD
582/1989 establece que las BPE deben satisfacer las siguientes prestaciones:
lectura en sala, incluyendo sección infantil y sala de publicaciones periódicas;
préstamo individual, colectivo e interbibliotecario; información bibliográfica.
EN ESPAÑA:
Lo más parecido a ellas a comienzos del S. XX eran las
bibliotecas populares de Madrid (1912) y las de la Mancomunidad catalana (1915).
Años 50: Servicio Nacional de Lectura y la Constitución de 1978: Estado de las
autonomías y verdadero SEB, adaptado a la nueva realidad territorial. Tres
tipos: Bibliotecas Autonómicas (centrales, regionales, etc.): competencias
transferidas por la Constitución, cabecera del sistema bibliotecario de sus
respectivas áreas de influencia; BPE, art. 149 de la Constitución: 52
bibliotecas ubicadas casi todas en capitales de provincia, receptoras del DL,
poseen un importante fondo moderno y antiguo, el Estado (reglamento general RD
582/1989) es el propietario de sus instalaciones y, por ende, el responsable de
las inversiones realizadas en ellas, su gestión corre a cargo de las CC.AA.;
Bibliotecas municipales: Ley de Bases del Régimen Local y por lo dispuesto en los
Estatutos de Autonomía correspondientes. Y bibliotecas públicas promovidas por
instituciones concretas como bancos o cajas de ahorro.
En la Sociedad de la Información: “Pautas para el
servicio de acceso a Internet en las bibliotecas públicas” (2005), si las
bibliotecas públicas españolas no prestan servicios acordes con la evolución
tecnológica y social actual, perderán interés para los usuarios y su actividad
será asumida por otros proveedores. Iniciativas: “Plan de impulso de las BPE”
(2000-2003) para la igualdad de oportunidades den el acceso a la cultura, “Las
bibliotecas públicas, puertas de entrada a una Sociedad de la Información para
todos”: nuevo modelo de biblioteca pública para ofrecer acceso a la información
electrónica; promocionar formación, ayuda y orientación en el uso de NTIC; y
contribuir a preservar y difundir el patrimonio local y cultural a través de
Internet. Bases de datos colectivas como REBECA y utilización de protocolos
como el Z39.50.
CONCLUSIÓN:
La biblioteca pública está llamada a ser la verdadera
puerta de acceso a la nueva Sociedad del Conocimiento. La IFLA, en su “Manifiesto
sobre Internet” de 2002, apostó claramente por ella como proveedora democrática
de Internet, capaz de garantizar la libertad y el desarrollo cultural
de todas las comunidades.
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