1.1. LAS
BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS. CONCEPTOS, FUNCIONES Y SERVICIOS. SITUACIÓN EN
ESPAÑA. REBIUN. CRAI.
A este tema en
2010 le faltó el apartado siguiente, cuya fuente es “Bibliotecas
universitarias: concepto y función. Los CRAI” de César Martín Gavilán.
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA:
Las bibliotecas universitarias tienen su origen en la
Edad Media. Estacionarios que alquilaban los cuadernillos (peciae) que
integraban las obras que habían sido aprobadas y corregidas por las autoridades
académicas, para que los estudiantes pudieran copiarlas. Estas colecciones
estaban a cargo de un “librarius”, y se solían dividir en dos fondos: la “magna
libraría” (sala de lectura, con pupitres en los que los libros estaban
encadenados, de acceso libre, donde el préstamo estaba prohibido salvo
excepciones) y la “parva libraría” (sala con obras de consulta o volúmenes de
menor valor, que los miembros de la institución podían tomar en préstamo).
Siglo XVIII: la biblioteca universitaria se transformó en el corazón
intelectual de la universidad. Alemania: Universidad de Gotinga, 1734. Se
convirtió en la mejor biblioteca universitaria de Europa y es paradigma de
biblioteca universitaria moderna. Las bibliotecas universitarias de los países
protestantes favorecieron más el préstamo a domicilio que las universidades de
la Europa católica. El libro y su custodia seguía siendo la prioridad, por
encima del servicio al usuario. Seminario: nuevo tipo de biblioteca: el acceso a
las publicaciones era igualitario para profesores y alumnos, sin barreras
físicas ni administrativas entre el libro y el lector. S. XIX USA: sociedades
literarias que ofrecían un camino de autodesarrollo a los estudiantes no
satisfechos intelectualmente por los programas de estudios tradicionales. Estas
bibliotecas acabaron integrándose en las colecciones universitarias, que fueron
haciéndose más accesibles para los estudiantes. Se transformaron en espacios
acogedores y ofrecieron políticas de préstamo
más liberales que facilitaron a los estudiantes que se llevaran lso
libros para leer en su domicilio. La situación de las bibliotecas
universitarias del sur de Europa tradicionalmente ha sido mucho peor. En los países
en vías de desarrollo las universidades y sus bibliotecas siempre han tenido
recursos mucho más limitados.
CONCEPTO Y FUNCIÓN DE B. UNIVERSITARIA.
En las últimas décadas paulatinamente se ha ido
imponiendo la concepción anglosajona de la biblioteca como dentro neurálgico de
la universidad. Triunfa la idea de que el conocimiento se produce desde la información,
y en este sentido, la biblioteca hace universidad. Informe Atkinson: definen éstas
como el corazón de la universidad, ocupando un lugar central y básico, como un recurso
que atiende y sirve a todas las funciones de una universidad: enseñanza e
investigación, creación de nuevo conocimiento y la transmisión para la
posteridad de la ciencia y la cultura del presente. Morris A. Gelfand:
instrumento dinámico de educación. Leonard Jolley: papel animando al estudiante
en la búsqueda personal e individual del conocimiento y del saber; el personal
se deberá inclinar por la promoción del estudio y del conocimiento; la
verdadera tarea del bibliotecario universitario es formar al estudiante para
que se forme a sí mismo. ALA: “biblioteca establecida, mantenida y administrada
por una universidad, para cubrir las necesidades de información de sus
estudiantes y apoyar sus programas educativos, de investigación y demás
servicios”. Funciones: apoyo a la docencia y a la investigación; función
cultural y educativa que la universidad debe desempeñar en la sociedad en que
extiende su radio de acción. Tradicionalmente en España los métodos docentes
han estado basados fundamentalmente en al clase magistral, a través de la cual
el profesor transmite el conocimiento a los alumnos. En este método de enseñanza
el estudiante es un sujeto pasivo que aprende asistiendo a clase y estudiando
apuntes; de esta forma la biblioteca tiene muy poco peso en la universidad.
EEES (Espacio Europeo de Educación Superior): mayor integración y peso de la
biblioteca en las universidades españolas, mayor participación del estudiante
en el proceso de aprendizaje y mayor utilización de recursos y servicios
bibliográficos.
NORMAS, DIRECTRICES Y RECOMENDACIONES:
Aunque a veces se denominen “normas”, hay que
apreciarlas por su valor de recomendación y de orientación más que por ser
reglas de obligado cumplimiento. La tendencia actual propicia la comparación de
algunos indicadores entre grupos de bibliotecas de universidades de dimensiones,
objetivos y recursos afines, teniendo en cuenta los resultados obtenidos según
los aplicados. Se incluyen recomendaciones sobre presupuestos, servicios,
colecciones, organización, personal e instalaciones.
Internacionales: “Standars for University Libraries
(1987)”: Beverly P. Lynch. Fin: ayudar a que las Universidades cumplan con los
objetivos que se propusieron desde su creación,
con el derecho que tiene el personal académico y los estudiantes de
enseñar y aprender, y de que sus investigaciones puedan ser publicadas
libremente. “Standards & Guidelines de la ACRL (Association of College
& Research Libraries)” y “Standards for Libraries in Higher Education
(2004)”: enfoque tanto cuantitativo como cualitativo para la evaluación de la
eficacia de una biblioteca y su personal en el contexto de la misión de la
institución.
Nacionales: “Bibliotecas Universitarias:
recomendaciones sobre su reglamentación (1986)”: Centro de Coordinación
Bibliotecaria, esfuerzo por integrar a los bibliotecarios en las tareas
docentes e investigadoras, por dar unidad al conjunto de bibliotecas de cada
universidad e insisten en el servicio que las bibliotecas deben dar a la
comunidad universitaria y a la sociedad en general. “Real decreto 557/1991, de
12 de abril, sobre creación y reconocimiento de Universidades y Centros
Universitarios”: requisitos materiales mínimos para la creación de
Universidades en España. “Normas y directrices para bibliotecas universitarias
y científicas (1997)” REBIUN: sirven de pauta y referencia para todas aquellas
bibliotecas que tienen entre sus objetivos la mejora y/o actualización de sus
estructuras y servicios.
CRAI – CENTRO DE RECURSOS APRA EL APRENDIZAJE Y LA
INVESTIGACIÓN.
Es el nombre con el que REBIUN bautizó a los “Learning
Resources Centres (LRCs)”. En muchos países occidentales, avanzados en innovación
educativa, se integran servicios clave para estudiantes y profesores ligados a
los proyectos educativos, y relacionados con la información y la tecnología. El
futuro de las bibliotecas universitarias transita desde centros gestores de
recurso impresos, disponibles física y localmente, para convertirse en lugares
donde el aprendizaje y el acceso electrónico al conocimiento marcan la
diferencia. El reto que suponen las NT, el desarrollo vertiginoso de la ciencia
y la técnica y el ritmo de cambio de los procesos de generación del
conocimiento sientan las bases para convertir estas instituciones de apoyo a la
docencia, la formación y la investigación en centros activos de aprendizaje o
CRAI como se les ha denominado en España.
Conjunto de nuevas funciones tipificadas en servicios
para garantizar: Servicio de información global de acogida en la universidad;
Servicio de biblioteca; Servicio informático para los estudiantes; De
laboratorio de idioma; De búsqueda activa de empleo; De salas de estudio; De
soporte a la formación del profesor; De creación y elaboración de materiales
docentes y multimedia; De presentaciones y debate; y De reprografía y otras
facilidades directas para el usuario.
Centro de producción en el que los profesores pueden
crear materiales docentes y los estudiantes pueden también preparar sus propias
presentaciones con la asistencia de un personal interdisciplinario. Implicado
plenamente en soportar la innovación educativa. La biblioteca se convierte en
un aula de autoformación, donde se elaboran productos y objetos de aprendizaje
de acuerdo con el nuevo modelo de educación. Entorno dinámico en el que se
integran todos los recursos que sustentan el aprendizaje y la investigación en
la universidad. Todos ellos existen en la universidad, pero actualmente funcionan
de forma independiente por lo que es necesario planificarlos, coordinarlos e
integrarlos con objetivos y proyectos comunes.
Factores que pueden incidir en la opción de las
universidades para promover y dotarse de un CRAI: misión común, soportar la
docencia, el aprendizaje y la investigación; el nuevo paradigma educativo; las
tecnologías de la información; brindar una mejor asistencia a estudiantes,
profesores e investigadores, que disponen un único servicio como interlocutor
para temas que, de otro modo, han de resolver en tiempo y lugar diferentes (la
cuarta ley de Ranganathan: ahorrar tiempo al lector); reducir sus costes, se
concentran servicios complementarios; nuevos tipos de software y tecnología
multimedia; potenciar la comunicación entre profesionales de distintos
perfiles, trabajo en equipo en entornos de colaboración, aprendizaje mutuo y
mejor gestión del conocimiento; aprendizaje continuo a lo largo de toda la
vida, valores añadidos, elementos de soporte al aprendizaje.
Motivaciones: servicio para la producción de material
docente que asista al personal académico, y que se disponga de áreas de trabajo
donde profesores y estudiantes, puedan producir sus propios materiales. Recursos
que amplían y aportan valor a los servicios recibidos por la comunidad
universidad. Cada universidad puede dotarse de un CRAI a la medida de sus
necesidades y posibilidades. Decisiones organizativas dirigidas a la mejora de
la calidad de los servicios en el entorno de aprendizaje. La biblioteca puede convertirse,
y de hecho se ha convertido en muchas universidades, en el centro de recursos
educativos básicos para la comunidad universitaria.
EN ESPAÑA:
Las universidades españolas (71 en la actualidad) en
su camino hacia la convergencia europea, la convergencia de las tecnologías y
la convergencia organizativa han incidido en el modo en que se realizan los
procesos de gestión en la biblioteca y la manera en que se coloca la información
a disposición de sus usuarios. EEES: adaptarse al nuevo escenario. REBIUN, en
función de las transformaciones que deben liderar las bibliotecas universitarias,
ha trabajado intensamente en los últimos años para definir e impulsar un nuevo
modelo de biblioteca universitaria que sea capaz de dar respuesta a las nuevas
funciones que la sociedad en general y la universidad en particular le exigen.
REBIUN planteó el “Modelo de biblioteca universitaria” en su Línea estratégica
1 de su “Plan estratégico 2003-2006”: “impulsar la construcción de un nuevo
modelo de biblioteca universitaria, concebida como parte activa y esencial de
un sistema de recursos para el aprendizaje y la investigación”, se justificó
por el cambio de paradigma en la enseñanza universitaria, sistema enfocado al
aprendizaje; el paso del concepto de biblioteca como centro de soporte a la
docencia a CRAI, papel de participación en el aprendizaje, la docencia y la
investigación, un papel activo y participativo; nuevo papel del bibliotecario
como consejero, los bibliotecarios y la biblioteca universitaria deben ser
considerados como piezas clave en las tareas de la innovación educativa; y
concienciación de todos los elementos implicados de los gestores universitarios.
NUEVA CONCEPCIÓN.
Definición de biblioteca universitaria reflejada en la
actualidad en la totalidad de los nuevos Estatutos de las Universidades: “la biblioteca es un centro de recursos para
el aprendizaje, la docencia, la investigación y las actividades relacionadas
con el funcionamiento y la gestión de la Universidad Institución en su
conjunto. La biblioteca tiene como misión facilitar el acceso y la difusión de
los recursos de información y colaborar en los procesos de creación del
conocimiento, a fin de contribuir a la consecución de los objetivos de la
Universidad Institución. En competencia de la biblioteca seleccionar y
gestionar los diferentes recursos de información con independencia del concepto
presupuestario, del procedimiento con el que hayan sido adquiridos o de su
soporte material.” El “2º Plan Estratégico 2007-2010” se centró en los CRAI
a través de la realización de las Jornadas CRAI, elaborar y difundir guías y
recomendaciones del modelo CRAI, y promover y potenciar la creación de repositorios de materiales didácticos, etc.
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