martes, 24 de noviembre de 2020

Poesía: Mascota recién comprada

 

MASCOTA RECIÉN COMPRADA

Me cansé, me cansé de sonreír en la foto de perfil,

De estudiar los tiempos y las estadísticas para publicar este poema.

Me cansé de contar “jéiters” y “fólogüers”

Al tiempo que rotulaba en Photoshop un “escritor” taciturno bajo mi cara,

Cara de mascota recién comprada.

No soy un león con el que jugar en el circo,

No soy una moneda de cambio,

Ni si quiera soy escritor ya… porque los poetas han muerto.

Soy un lobo, leñe, y me cansé de jugar a ser perro para que otros me tiraran el palo.

No soy comercial más allá de los coches que pueblan mi sitio.

No soy un libro más en tu estantería, ¿no te das cuenta?

Soy el Azote de las letras.

Soy aquél que eligió Dios para relatarte el infinito.

Y mostrarlo al Pueblo maldito, bajo las alas muertas de la falacia.

Soy, repito, quien contó los números para ponerlos a tus pies, cada vez que pasas mi página.

Soy el que duerme a tu lado tras cerrar los ojos al dejar de leer por las noches.

A mí no se me compra ni se me vende… no soy la última Nobel de literatura sin editorial en castellano.

Si la literatura fuese un hombre, sería yo.

Y te preguntas por qué sueno tan altivo y tan soberbio… cuando en realidad quien escribo es un niño pequeño,

Asustado, con germen de lágrimas en la cuenca de los ojos,

Preguntándose dónde están tus manos

Que agarren con fuerza mi libro

Y planeen con él sobre los Cárpatos.

Destilo versos por cada uno de mis destruidos, pero nunca derrotados, poros.

Ya lo dije una vez, y hoy lo reitero:

Estoy tan seguro de mi éxito que sigo escribiendo.

No porque “Cruzados y metralletas” aparezca en tu lista de preferencias…

Sino porque si no escribiera,

Estaría muerto.                                                                            

                                                                                          Miguel Díaz Romero © Torrevieja, 24/11/20

 


 

2 comentarios:

  1. Tu impenetrabilidad a veces te transparentaa mucho. No olvides que somos lo que somos descubriendo nuestras vulnerabilidades y vice versa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De hecho creo que no soy nada impenetrable. Al contrario, no puedo evitar que se me note ser quien soy jajajaja

      Eliminar