PASIONES DESENCADENADAS
El décimo hombre tiene frío: me insta a quedarme un rato al Sol, mirar hacia arriba, dejar que sus rayos calienten mi cara.
Hablamos de todo un poco: del café de Jefferson, de las pocas ventas ahora que el año empieza, de Filomena y su gélido soplo, de Trump, de cómics y de pasiones desencadenadas.
A la gente le apasionan muchas cosas.
Las hay debajo de las mantas.
Las hay en aspirar la lignina de una página amarillenta con dibujos de Byrne.
Las hay vestidas de nativo norteamericano con la cara pintada de azul, rojo y blanco…
Y también de morado hace unos años, qué no se nos olvide.
Hay pasiones de todo tipo y para todos los gustos… algunas prohibidas pero morales, otras inmorales y aceptadas por la gran mayoría.
Hay pasiones como un matrimonio: que se levanta cada día.
Y otras como un beso: rápidas, mojadas, duraderas pero finitas, con cariño e incluso con violencia.
Hay pasiones como la de ver jugar a tus hijos en el parque, o a Minecraft.
Y otras rotas, prisioneras, como de alas cortadas.
Tú eres mi pasión, y por eso vamos a estar juntos toda la vida…
También es mi pasión, menos necesaria pero igual de intensa, la hoja de papel bajo mis dedos… el piano de teclas con letras surgido del mar… la última historia de King y Gerads.
Los hay que tienen incluso pasiones políticas… como si sirviera de algo hoy día.
A muchos les apasiona ser cotillas, y poner a parir a un famoso en las redes sociales.
Algunos tienen tanta pasión por su teléfono móvil que se ha convertido en una extensión de su cuerpo, como un miembro de manipulación aceptada y sumisa que incorporan y les permite vivir menos tiempo.
Hay algunos que tienen impreso un código de barras en la nuca… por la pasión de no pensar por sí mismos.
Pero también los hay cuya pasión es reír y hacer reír como Rubén García y Raúl Antón.
Força i amunt… hasta luego Maricarmen.
Hay a quienes le apasiona el Mal, y curiosamente son quienes creen tener poder. Porque el poder es control y no tenencia.
Vivimos en un mundo extraño poblado por seres extraños, de eso no hay duda. Con pasiones extrañas para quienes no se apasionan por lo mismo. Con pasiones diferentes no muy distintas.
Vivimos en un mundo de ciclistas y coleccionistas.
Yo no sé mucho de pasiones que no sean las mías… cada friki con su tema… lo único que digo es que si algo nos apasiona, debemos llevarlo hasta su última expresión: porque no se puede sentir pasión a medias.
Porque no puedo besarte a medias; amarnos a medias; reír con los niños a medias; dejar un cómic a medias; este texto a medias; la vida a medias; la carrera a medias…
Los versos a medias.
Las luchas a medias.
Los sueños a medias.
Tú a medias.
Miguel Díaz Romero
11 de enero de 2020
Mr. Milagro, de King y Gerads
No hay comentarios:
Publicar un comentario