“Mi nombre no es importante: sólo soy el cronista
real, de palacio, de Génesis y, en el año 130 después del ‘gran catapum’, mi
Señor Kratka me ordenó que escribiera las siguientes crónicas.”
23. CANCIÓN TRISTE DE MEGALISBOA II
“Cuando Caius le dijo a
Artorius lo que pensaba, éste soltó una carcajada y una breve retahíla de
consejos. “Tu padre y yo éramos buenos amigos…”; y ese tipo de cosas… pero al
ver que el rostro de Caius no mudaba un ápice, el Gobernador montó en ira y le
espetó que tenían un plan para con esa gente.
La
cúpula plutócrata que sostenía el poder de Artorius ya había vaticinado, de
igual modo que lo hiciera Caius, el pronto colapso del Sistema actual. Pero no
habían llegado a las mismas conclusiones que el ya ex ministro… en lugar de
pensar en aflojar las cadenas y cambiar el sistema de impuestos en pro de
aumentar la clase media, y basar la economía de Megalisboa en la productividad
y consumo de la misma como se había hecho más o menos hasta ahora, ellos
pensaron en una palabra que no se oía en el mundo desde hacía más de un siglo: “Esclavos
Caius, los someteremos y trabajarán sólo a cambio del alimento y el techo para
nosotros…”.
El
plan del Gobierno era destruir los perímetros más lejanos al cero literalmente
y, convertir al sobrante de “ciudadanos”, es decir, a los supervivientes de esa
demolición masiva, en esclavos que hacinarían en campos de trabajo en los
nuevos sectores levantados de la destrucción; con el fin obvio y último de
perpetuarse en el poder.
Y el
corazón de Caius, aunque él podría haber sido de ésos que vivieran a costa de
la muerte de los demás, no podía permitirlo. Dimitiendo, se fue de la presencia
de Artorius y, tras coger en una mochila lo estrictamente necesario, continúo
caminando hasta los últimos perímetros… para abandonar Megalisboa para siempre.
Cuentan
que, quienes le han visto vagar por sus aldeas, campos y pueblos, sigue
caminando en busca de un lugar donde la Libertad, la Justicia y la Verdad sean
los verdaderos reyes… pues ni en Génesis, donde todo el mundo es bienvenido a
pesar del cambio del signo de los tiempos, pudo encontrar la paz…
…camina
errante una sombra, con vaqueros, zapatillas y sudadera azul, con una mochila
de cuero marrón y una gorra de béisbol, recordando al mundo que sin esfuerzo,
solidaridad, misericordia, humildad, valor, sinceridad, libertad… nunca lo
haremos mejor.
"Aunque tengamos la evidencia de que hemos de
vivir constantemente en la oscuridad y en las tinieblas, sin objeto y sin
fin, hay que tener esperanza." Pío Baroja.
SALUTACIÓN
FINAL.
“Estas Crónicas fueron escritas el año 131 después
del ‘gran catapum’: cuando los Hombres del Pasado hirieron la Tierra dejándola
casi inservible.
En la preciosa, preciosísima Génesis, luz de las
naciones. Durante el reinado de mi Señor Kratka, el Valiente; virrey de Kurt, heredero de Unkh, el Elegido.
Que perteneció a la tribu de los Elegidos: Hijos de la Luna, asentándose aquí
cuando la radiación cesó, el cielo de la
noche volvió a brillar y el aire regresó a ser respirable.
Hoy,
Megalisboa es un lugar terrible donde los Hombres son esclavos de un Gobierno
tirano. Hoy los atlántidos sobrevuelan con sus naves de más allá de las
estrellas nuestro cielo y todavía no sabemos qué quieren. Hoy el mundo volverá
a cambiar y no sabemos si para bien o para mal…”
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