Diálogo de probabilidades

- ¿Si Pinocho dijera que le va a crecer la nariz, le crecería? -la pregunta infantil irrumpió en la estancia, flotando sobre los boles de cereales a medio acabar. El sol entraba a raudales por los cristales que daban al balcón.

- Bajo el supuesto de que Pinocho es un mentiroso y que, cada vez que miente, la nariz le crece... podríamos decir que sí le crecería -apuntó Ralph, bajando el volumen de la televisión-, pero como le va a crecer de todas formas, estaría diciendo la verdad, y se supone que cuando no miente, la nariz no le crece...

- ¿Entonces? -Tony inquirió mirando a Ralph a los ojos, con cereales en la boca y algo de leche resbalando de la comisura de sus labios.

- La respuesta la tiene el gato de Schrödinger.

- ¿Un gato? -se sumó Linda a la conversación, deteniéndose antes de salir y con las llaves del coche ya en el puño derecho.

- Así es: el gato de Schrödinger es una teoría que formula la siguiente pregunta... si metemos a un gato en una caja, ¿cómo podemos saber si el gato sigue vivo o muerto sin destapar la caja?

- Agitando la caja -resolvió Tony, limpiándose la leche con la manga del pijama.

- No vale tocar la caja, hombre. Schrödinger decía que el gato estaba vivo y muerto a la vez dentro de la caja: que como existían las mismas probabilidades tanto de su muerte como de su vida, ante nuestra limitada percepción de la realidad del interior de la caja al no poder tocarla ni abrirla, para nosotros el gato no estaba ni vivo ni muerto, estando vivo y muerto al mismo tiempo.

- O sea, que la nariz de Pinocho... -se aventuró Linda andando lentamente por el pasillo hacia la puerta de salida del apartamento- crecería y no crecería al mismo tiempo.

- Exacto: existen las mismas probabilidades para que la nariz de Pinocho crezca pues es un mentiroso, que de que no crezca pues dice la verdad al afirmar que le le va a crecer la nariz -la puerta del apartamento se cerró tras Linda cuando Ralph terminó la frase, adivinando la sonrisa triunfante de la mujer por el corredor.

- Ahora sólo puedo imaginar la nariz de Pinocho creciendo y decreciendo sin parar tras decir que le iba a crecer la nariz... -dijo Tony y se levantó con el bol de cereales vacío en las manos.

Miguel Díaz Romero (c)

2 de noviembre de 2021