Este micro relato es un fragmento de "Corazones necios" (experimento literario todavía en fase de producción)
"Llegamos a Vior’la después de una larga y penosa estancia
en la Cuarta Esfera de Expansión, bajo el mando de O’Shaserra Shadowsun,
arrebatando un par de Sistemas a esos sucios y primitivos Be’Gel. Como Kor’O de
la goloriosa Kor’vattra del Imperio Tau, di permiso a todos mis hombres de una
semana según el calendario Origen, y me planteé descansar, pasar cuanto más
tiempo mejor con mi familia – a quien no veía desde hacía meses – y olvidar el
horror, la guerra… y el dolor.
Al fin y al cabo, hacerse a la idea de que todo eso es
necesario no es fácil… no es fácil ver caer malheridos a los muchachos a
quienes les acabas de dar un discurso sobre el valor. No es fácil saber que la
muerte de muchos de los tuyos es parte de la consecución del Tau’va. No
obstante, llegar al Bien Supremo, es el objetivo sagrado y voluntario de todo
ser Tau.
No voy a hablar, por tanto, de las batallas y sus horrores…
aunque se cuenten por victorias contra Be’Gel y Y’he… cogí mi FV-11, aparcada y
olvidada en una de las cocheras del hangar para soldados en la Ciudad-Capital
de mi planeta, el bello Vior’la; y callejeé recordando lejanas y ufanas
infancias antes de llegar a la zona residencia R-5, en el llano, donde mi
esposa y mis dos hijos me esperaban: sabían que su padre y marido iba a llegar
de un momento a otro.
La sonrisa de mis hijos al verme; el beso apasionado de mi
esposa, instructora de enfermeras de la Academia Militar de la Casta del Fuego como
yo; fueron un bálsamo, una omnipotente panacea para toda la carga que un Alto Mando
como yo debe soportar…
Aquel día los niños no fueron al colegio y mi esposa hizo una
tarta de chocolate de postre; pidió el día libre en el trabajo; y fuimos los cuatro,
antes del atardecer, a pasear por los fastuosos jardines de la R-5.
Cuando el cielo se puso rojo, antes de la cena, mi mujer recordó
a mi hijo mayor que, a pesar de mi llegada, debía hacer los deberes para la escuela…
decidí ayudarle, y ambos nos sentamos frente a su escritorio, en su dormitorio de
la planta superior de nuestra vivienda. Todos los militares teníamos asignado un
bungalow en las zonas residenciales pagado por el Gobierno Planetario correspondiente.
La única pregunta de ese día era la siguiente: “Describe qué es para ti o una persona de tu
entorno ser Tau”. Y la inmensidad pulcra del abismo, con forma de página en
blanco, tras de sí.
Ser Tau es aprender que hoy, el mundo, está hecho para ti y
puedes moldearlo a tu antojo, porque nada escapa de tu voluntad. Ser Tau es hacerse
responsable de todos tus actos, y saber que puedes conseguir cualquier cosa porque
nada ni nadie puede detenerte. Es saber que el Bien Supremo: un bien común a todos
los sujetos de nuestro querido Imperio, no sólo es palpable, sino que se debe ejecutar
sin miramientos, porque la supervivencia de la especie garantiza la supervivencia
de cada uno de los individuos que la componen. Que todos somos iguales ante la Ley
del Bien Supremo. Ser Tau es querer ser mejor con los demás y con uno mismo; es
querer alcanzar la máxima realización espiritual, laboral e individual. Que ser
mejor cada día es evolucionar, y esta evolución también es conseguir el Bien Supremo.
Ser Tau es sobreexpresar los deseos con el único fin de alcanzarlos.
Que todos podemos alcanzar los deseos si nos ayudamos los unos a los otros. Si vamos
a una. Si somos responsables, rectos, no ociosos, trabajadores… felices de pertenecer
a algo que nos supera y que es maravilloso. Realizados como individuos y como especie.
Sin miedo. Sin Mal… libres. Totalmente libres.
Eso es ser Tau, y tu padre lo es, que no te quepa la menor duda."
¿Qué piensa del hecho de que la creencia y la fe de las especies con potencial psíquico en el Bien Supremo dio origen a una divinidad que ayudó a la Cuarta Esfera?
ResponderEliminarhttps://issuu.com/korodiazromero/docs/gram__tica_completa
EliminarSería tan amable de ayudarme, con el tema de esa divinidad de la que habla, a completar el Tau'Sia?
Gracias
Buenas tardes,
ResponderEliminarEn primer lugar, pedirle disculpas porque no me había llegado la alerta de su comentario y lo he visto hoy...
¿Podría por favor decirme quién o qué divinidad es esa de la Cuarta Esfera de la que habla?
Hace tiempo que no sé nada del Tau'Va porque aparqué mi afición por Warhammer 40k, dejando estos ensayos y relatos como único vestigio de mi anterior pasión... pero me interesa mucho, y además podría aportarlo todo al "Vocabulario Tau" que yo mismo confeccioné con todas las referencias web y bibliográficas que tuve a mano en su día.
Gracias